Temores Masculinos después de los 40
Junio es el mes de la salud masculino por lo que cuidar de su bienestar e iniciar un cambio positivo en sus hábitos alimenticios y ejercitarse deberían ser las prioridades de todo hombre antes y después de los 40 años
Por Marisabel Brito
Entre los tantos temas que preocupan al hombre, y que no precisamente tiene que ver con su salud como tal, está la caída del pelo, el asomo de las canas, la apariencia física y la potencia sexual.
Y es que con la llegada de los 40 años, llegan también los temores masculinos, mismos que si no se toman medidas correctivas al respecto, podrían degenerar en el deterioro de su salud, con la aparición del estrés, la depresión y la baja autoestima.
Cada vez es más evidente ver hombres que se tiñen las canas para borrar de su imagen ante el espejo el inequívoco rastro que dejan los años. Otros que no tienen que lidiar con el problema de las canas se desviven por detener la caída del cabello hasta darse por vencidos y optar por llevar la cabeza completamente pelada o a “caco”, antes que caer en el círculo de los calvos.
Es imperante hoy más que nunca en la rutina diaria de muchos hombres ejercitarse, lucir una figura varonil o por lo menos, sin la poca atractiva barriga que se hace evidente al paso de los años en aquellos que nunca han movido un dedo para mantenerse en forma.
Así sucesivamente, los hombres más que tomar en serio su salud, se preocupan y enferman de estrés, depresión, baja autoestima y ansiedad al contactar que se le cae el pelo, su potencia sexual no es la misma, está a las puertas de la andropausia (menopausia masculina) y su cuerpo no es ni sombra del figurín varonil que era hace muchos años atrás.
Sin lugar a dudas, son pocos los hombres que prestan verdadera atención a su salud, y especialmente a la llegada de los 40, cuando están a las puertas de una serie de enfermedades que amenazan no solo su bienestar físico, mental y social sino también su calidad de vida.
Adiós… “gallito sexual”
Los 40 marcan un paso importantísimo en la vida de un hombre. Aunque la juventud se lleva dentro sin importar la edad, no es tan fácil deshacerse del peso de los años, peor aun cuando la calidad de vida no ha sido buena en la juventud. En el aspecto sexual es en donde más temor tiene el hombre cuando se asoma a los 40, y es en esta etapa que el hombre empieza a sentir que pierde potencia y deseo sexual. Este es el mayor dolor de cabeza del hombre, sentir ..que ya no es el gallito de pelea de aquellos años mozos. Pero, ¿cuáles son las causas de esta modificación gradual de su vida sexual?
Está en primer lugar la “Andropausia”, que aunque muchos hombres ni siquiera saben que la padecen en algún momento de su vida, se caracteriza por la disminución en la producción de testosterona, la hormona clave del deseo sexual masculino, en un proceso similar al de la menopausia femenina. Al contrario del hombre, la mujer está relativamente preparada para la menopausia, mientras que este no conoce nada de la andropausia y cuando aparece sufre un bajón en su autoestima, lo que en muchos casos le lleva a buscar el refugio en jovencitas que le ayuden a reafirmar su atractivo y poder sexual.
Continuando con esta cadena, aparece el estrés, que es consecuencia de la pérdida de la autoestima. Asimismo, las tensiones del trabajo y las preocupaciones por el futuro provocan estrés…Y el estrés reduce el deseo sexual.
En resumidas cuentas, se produce un declive físico en el hombre, el cual se define en varios elementos de la cotidianidad masculina: Vida sedentaria, pérdida de cabello, barriga pronunciada, fumador empedernido, alcohol sin medida... El declive físico empieza a ser notable y no hay quien pueda eludir el espejo al afeitarse por las mañanas. Ya no se es un “gallito sexual”.
¿Qué Hacer?
El paso de los años no puede detenerse. Ese proceso es tan sagrado como la ley de la vida que se traduce en nacer, multiplicarse y morir. Sin embargo, lo que sí podemos cambiar es nuestro estilo de vida y la manera en que aceptamos cada etapa de este proceso divino de respirar. A continuación algunas recomendaciones:
- Ejercicio: Aproximadamente 20 minutos diarios de ejercicio mo-derado y ligero (andar, bicicleta estática, gimnasia, patineta, entre otros)
- Alimentación: Reduzca las grasas, la cantidad de comida; desayune fuerte; beba agua; elimine el alcohol; tome fruta y haga una dieta sana y equilibrada.
- Próstata: Más vale prevenir que curar. Tome semillas de calabaza, la mejor fuente vegetal de zinc.
- Tabaco: Aquellos hombres que fuman y no quieren dejar de ha-cerlo se les aconseja reducir el número de cigarrillos diarios. Por ejemplo, cada semana elimine 1 cigarrillo en comparación con la semana anterior.
- Trabajo: Lo recomendable es avanzar y progresar enfocándose en una mejor forma de vida. Nada tiene más valor que la salud.
- Sistema neurovegetativo: Para combatir el estrés crónico ayúdese con copos de avena, hipérico ...y lecitina de soja, un excelente regulador del sistema neurovegetativo.
No a las enfermedades
Las enfermedades, sino somos precavidos, podrían atraparnos. Por lo que es importante mantener un estilo de vida saludable.
Por ejemplo, las enfermedades cardíacas, la hipertensión, y el cáncer de próstata, son los problemas de salud más frecuentes del sexo masculino. Y los hábitos alimenticios y el ejercicio físico pueden ayudar a disminuir el riesgo de padecerlas.
El 30% de los varones de más de 50 años padece de cáncer de próstata. Siendo esta la segunda causa de muerte en los hombres, después del cáncer de pulmón. Es responsable del 11% de todas las muertes por cáncer aunque sólo el 20% de los hombres que lo padecen mueren por su causa.
En los últimos 20 años, el promedio de supervivencia para todas las etapas del cáncer de próstata ha aumentado debido a la detección temprana y al tratamiento.
Investigaciones recientes señalan la posibilidad que el consumo de soja y tomates posea efectos preventivos para este tipo de cáncer. Los beneficios del tomate podrían deberse al alto contenido en licopeno, un carotinoide con propiedades antioxidantes. En cuanto a la soja, podría estar relacionada con la actividad de sus estrógenos ve-getales, que reducirían la actividad de la hormona relacionada con el desarrollo del cáncer.
Las enfermedades cardiacas. Afectan a un tercio y la mitad de la población masculina occidental. El sobrepeso y el consumo excesivo de grasas son factores de riesgo, con una dieta saludable que contenga grasas no saturadas como: aceite de oliva, maíz o girasol, contribuye a no ser tan propensos a padecerlas.
Las personas con hipertensión, deben disminuir el consumo de sal y alcohol, y aumentar la ingesta de alimentos que contengan potasio.
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